La procrastinación es un enemigo común cuando se trata de hacer ejercicio. Todos hemos estado allí: nos decimos que iremos al gimnasio “después de terminar esta tarea” o que saldremos a correr “más tarde, cuando haga menos calor”. Sin embargo, “más tarde” a menudo se convierte en “nunca”. Aquí te comparto algunas estrategias efectivas para dejar de procrastinar y convertir el ejercicio en una parte regular de tu rutina.
1. Identifica el Momento de Procrastinación
El primer paso es reconocer cuándo tiendes a procrastinar. ¿Es en la mañana cuando prefieres quedarte en la cama? ¿O tal vez después del trabajo cuando estás cansado? Saber cuándo eres más propenso a procrastinar te ayudará a tomar medidas preventivas.
2. Establece Metas Pequeñas y Realistas
A menudo, la procrastinación ocurre porque las metas parecen demasiado grandes o abrumadoras. En lugar de decirte que vas a correr 5 kilómetros todos los días, comienza con metas más pequeñas, como correr 1 kilómetro o hacer ejercicio durante 10 minutos. Esto te ayudará a construir el hábito sin sentirte agobiado.
3. Programa tu Ejercicio
Reserva un tiempo específico en tu agenda para hacer ejercicio y trátalo como una cita ineludible. Esto puede ser en la mañana antes del trabajo, durante la hora del almuerzo o en la tarde. Al programarlo, te estás comprometiendo con tu salud de manera más tangible.
4. Encuentra un Compañero de Ejercicio
Hacer ejercicio con un amigo o un grupo puede ser una gran motivación. Es menos probable que canceles si sabes que alguien más cuenta contigo. Además, tener compañía puede hacer que el ejercicio sea más divertido y menos una tarea.
5. Prepara tu Equipamiento con Anticipación
Si tienes que buscar tu ropa de deporte o tus zapatillas cada vez que decides hacer ejercicio, es más probable que lo postergues. Prepara todo lo que necesitas la noche anterior o ten una bolsa de gimnasio lista para llevar. Esto elimina una barrera y facilita la acción inmediata.
6. Utiliza la Técnica de los 5 Minutos
Comprométete a hacer ejercicio solo por cinco minutos. A menudo, una vez que comienzas, te darás cuenta de que estás dispuesto a continuar. Esta técnica funciona porque superar la inercia inicial es la parte más difícil.
7. Recompénsate
Da pequeños premios a ti mismo por cumplir tus objetivos de ejercicio. Esto puede ser algo tan simple como disfrutar de un episodio de tu serie favorita, un baño relajante, o algo que realmente te motive. Asociar el ejercicio con una recompensa puede hacer que sea más atractivo.
8. Reflexiona sobre los Beneficios
Recuerda constantemente por qué quieres hacer ejercicio. Ya sea para mejorar tu salud, tener más energía, o alcanzar un objetivo de peso, mantener estos beneficios en mente puede ayudarte a superar la procrastinación.
9. Varía tu Rutina
A veces, la monotonía puede ser la causa de la procrastinación. Prueba diferentes tipos de ejercicios para mantener las cosas interesantes. Puedes alternar entre correr, nadar, practicar yoga o entrenamientos de alta intensidad.
10. Practica la Auto-compasión
No te castigues si alguna vez fallas en hacer ejercicio. Todos tenemos días difíciles. Lo importante es no dejar que un día de descanso se convierta en una semana o un mes. Reconoce el obstáculo, aprende de él y sigue adelante.
Superar la procrastinación con el ejercicio no es fácil, pero es posible con las estrategias adecuadas. Al identificar tus patrones de procrastinación, establecer metas realistas y crear un entorno que facilite el ejercicio, puedes transformar esta tarea en una parte habitual de tu vida. ¡Empieza hoy y descubre cómo puedes sentirte mejor física y mentalmente!