Con frecuencia, nuestra mente es una tormenta de preocupaciones, tareas pendientes, arrepentimientos, autocrítica y sobrecarga de información.
Y así, desesperados por un poco de calma interior, recurrimos a soluciones rápidas: intentamos respirar profundamente, encendemos un poco de incienso y tomamos un baño, o nos quedamos vegetando frente a la TV durante un par de horas, con la esperanza de calmar la tormenta dentro de nuestras mentes, aunque solo sea por un tiempo.
Pero no hay soluciones rápidas cuando se trata de tranquilidad. No es algo que se pueda comprar o que se desee que exista en un momento. Esta debe ser cultivada.
Si deseas tranquilidad, debes desarrollar mejores hábitos mentales.
1.VIVIR EL PRESENTE
La atención plena simplemente significa mantener la atención en el presente y no en el pasado o el futuro.
Tu mente es más caótica cuando rebota entre errores, arrepentimientos del pasado, preocupaciones y temores futuros. Desafortunadamente, esta tendencia a quedarse atascado en el viaje mental en el tiempo puede convertirse en un hábito, incluso en una adicción.
Con la práctica, puedes aprender a controlar tu atención y mantenerla enfocada en el momento presente. Esto es atención plena. Cuanto más practiques este tipo de atención plena ordinaria, más fácil te resultará resistir a las preocupaciones, manteniendo tu atención en el aquí y el ahora.
- BAJA TUS EXPECTATIVAS
El hábito de esperar que sucedan ciertas cosas es el resultado natural de ese deseo de orden y previsibilidad en nuestras vidas, y el alivio de la ansiedad que lo acompaña.
El problema es que simplemente no es verdad. Es por eso que si tienes un flujo constante de expectativas, muchas de ellas inevitablemente no sucederán y el resultado será que te sientas frustrado, enojado, decepcionado, confundido, etc. Esto lleva a una mente inquieta.
Si quieres cultivar una mente más pacífica, deja de poner expectativas en otras personas y en el mundo. Reconoce que esto es simplemente un mecanismo de defensa contra la ansiedad inherente de vivir en un mundo incierto.
Así que adelante y espera lo mejor o simplemente no lo esperes, el resultado no cambiará, pero tu mente te lo agradecerá.
- VE POR LO QUE QUIERES
Una fuente importante de estrés y tensión mental proviene de la brecha entre lo que queremos y lo que hacemos.
En un nivel básico, muchos de nosotros tenemos muchos miedos e inseguridades que nos impiden pedir o perseguir lo que realmente queremos.
No siempre podemos ir tras lo que queremos o decir no a las cosas que no queremos. La flexibilidad es importante. Y hasta cierto punto, el sacrificio personal es importante: anteponer las necesidades de los demás a las nuestras.
Pero es muy fácil caer en el hábito de negar constantemente lo que es realmente importante para ti por miedo.
Una de las mejores formas de cultivar una mente más pacífica es cerrar la brecha entre lo que quieres y lo que realmente estás haciendo.
Defiéndete a ti mismo y a tus valores, ten el coraje de ir tras lo que quieres, estarás tranquilo hasta que sus acciones se alineen con tus valores.
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