Parece que no estoy avanzando pero no es así. Lo que pasa es que desde que voy a Sports World todo es nuevo para mí y cada vez que escucho el nombre de alguna clase que no conozco pues hago esa famosa cara de asombro combinada con duda y desaprobación.

Ahora quien empujó para que hiciera esta clase fue mi esposa. Estuvo muy raro porque dice que cuando me dijo ¿Hagamos Pilates? Mi cara fue la peor del mundo, como si me hubiera insultado y quisiera que entrara a una clase para personas con poca resistencia.

Otra vez estaba yo en un error. Después de mi expresión, Mariana, mi esposa, tuvo que corregir  “Bueno, se llama Pilates Reformer y creo que te va a gustar”. Y como esto se trata de aprender, al siguiente día fuimos al club en Félix Cuevas para entrar a esta clase que estaba desde una noche antes, ya con una asistencia del 80%.

¿Saben Qué? Es mi nueva clase favorita. Después de 50 minutos sentí que hice el ejercicio muscular que a veces ni en 2 horas logro hacer. Uno empieza con flexiones y se empiezan a mover músculos que hace mucho tiempo no se movían seguramente.

Para nada es una clase relajada y para mi sorpresa éramos más hombres en la clase.

Una de las personas que estuvieron en la clase mencionaba que la hacía los fines de semana porque le ayudaba mucho a liberar el estrés y creo que tiene mucha razón ya que esta clase se realiza en un ambiente muy tranquilo y con una paz contraría a ejercicios de impacto y música.

“En mi experiencia esta clase me está ayudando a mejorar mi postura, a sacar el estrés de cada semana, a mejorar mi coordinación, a sentirme saludable y que mi cuerpo realice esfuerzos que no tienen que ver con cargar cierta cantidad de kilogramos”

De verdad ojalá que se den el tiempo de tomar esta clase. Es cosa que busquen en su club el salón con unas máquinas que tal vez les parezcan extrañas. Lo van a agradecer muchísimo y se van a sentir mejor haciendo algo distinto.

¡Qué la fuerza los acompañe…siempre!

Por: Gabriel Cuadros