Es común que antes de empezar nuestro entrenamiento la primera pregunta que se nos venga a la mente sea: ¿inicio con cardio o comienzo trabajando mi fuerza?

¿Realmente importa qué actividad hagas primero o hay alguna regla establecida? La respuesta es no, y la verdad es que lo más recomendable sería que trabajes cardio y fuerza en sesiones separadas, ya que de esta manera tu cuerpo se recupera de mejor forma y así puedes afrontar una rutina exigente de entrenamiento.

Sabemos que el ritmo de vida de las personas es muy acelerado últimamente y también existen otras actividades a las cuales hay que dedicarles tiempo, por lo que mezclar las sesiones de cardio y fuerza en un solo día es inevitable.

Entonces…¿Por dónde deberías empezar tu sesión? Para responder esta pregunta primero debes tener identificado cuál es el objetivo que deseas alcanzar.

Si quieres:

• Perder peso: Lo ideal es que comiences con entrenamiento de fuerza porque tu cuerpo hace un gasto calórico importante y finalices con una sesión de cardio media-alta.
• Aumentar masa muscular: Aquí puedes iniciar con un calentamiento no mayor a 5 minutos y después continuar con tu rutina de fuerza, recuerda que tu cuerpo necesita tiempo para reconstruir el tejido muscular.
• Mejorar tu resistencia corriendo: Debes iniciar corriendo antes de hacer ejercicios de fuerza debido a que tus músculos deben estar descansados antes de sesiones de larga distancia.

Como ya lo mencionamos anteriormente, debes tener claro qué metas son las que quieres conseguir y partiendo de ahí, puedes iniciar tu rutina de entrenamiento.

Recuerda que tu activación física debe estar acompañada de ejercicios de estiramiento, buena hidratación, descanso y una buena alimentación.

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